sábado, 5 de septiembre de 2009
Otro día en su vida
Versión 1:
Todos los días, más o menos a la misma hora, el gran Dios se despierta, haciendo que todo el mundo empiece a funcionar. Yo soy muy afortunada, pues tengo una relación directa con el gran Dios, que todo lo controla y vela por mi bienestar. Aproximadamente una hora después del comienzo del movimiento de la vida, decidido por mi Dios, noto que tengo hambre. Entonces, de lo más profundo de la selva, oigo un ruido. ¡Justo a tiempo! Corro y empieza a llover comida. Todos los días cae del cielo una oleada de comida, justo en el mismo lugar. Estoy acostumbrada e, incluso a veces voy antes de que la gran lluvia empiece. El lugar donde llueve el alimento está justamente al lado de un pequeño estanque, lo que me posibilita poder beber. Bien es cierto que no he encontrado fauna marina en ese espacio líquido. No obstante, el agua es totalmente potable y no tengo ningún incomveniente en disfrutar de su frescura.
Horas más tarde, me pongo a explorar. La isla donde vivo es una gran fuente de sorpresas: encuentras cada dia cosas nuevas. ¡He encontrado algo! ¡Se trata de una pequeño animal, que desprende un olor fuerte! Lo cojo y corro con mi presa, de manera victoriosa. Siento el aire revoloteando sobre mí. Entonces, noto unos pasos ¡alguien se ha dado cuenta de que he cogido semejante pieza! Sin mirar hacia atrás, corro más rápido, con la esperanza de ponerme en algún lugar donde no me lo puedan quitar. Es casi como un reto, un juego, una puesta a prueba de mi capacidad.
Después, me pongo a reflexionar sobre mi vida y mi existencia, dormitando un poco. Entonces, noto que algo extraño va a pasar. ¡Es la hora del viaje fuera de la isla! El gran Dios así lo ha decidido! Pongo mi mejor cara y me preparo para que me sea puesto el uniforme reglamentario, para la fase de transportación. Todo listo. ¡Allá vamos!
Versión 2:
Mi madre se despierta, como cada mañana. ¡Estupendo, pues tenía un hambre que no veía! No sé como lo hace, pero gracias a ella puedo comer todos los días. Ella caza todos los días y me da los alimentos por la mañana. Su cacería es muy rutinaria (siempre caza lo mismo). No obstante, no suelo cazar cosas para ella, por lo que no me voy a quejar, encima que lo hace. Aparte, me proporciona agua fresca.
Bueno ¡Llegó la hora de jugar! Seguro que hay algo por aquí que me puede servir de ayuda. Después de un rato poniendo a prueba mi olfato, encuentro algo ¡Es una prenda que huele como mi madre! La verdad es que el olor ese es muy atractivo. Me encanta. Es como un gran tesoro. Hay partes de mi madre que huelen francamente bien. Agarro la pieza y salgo corriendo. ¡Alguien me persigue! Seguro que es mi madre, que se ha dado cuenta de que me he llevado su prenda. ¡Ja,ja,ja! ¡Pues tendrás que pillarme! Corro por todos los rincones de lo que corresponde al territorio de nuestra familia. Lo cierto es que no tenemos una gran extensión. Pero no está mal. Tiene una gran cantidad de entresijos. Aunque seguro que hay algunos de los territorios de la manada que no he descubierto. Siempre tengo la ilusión de toparme un día con uno de esos lugares.
Después de correr un rato, me pongo a dormitar ¡Que modorra! Pasan unas cuantas horas. Mi madre está muy ocupada haciendo cosas. Pero llega un momento y...¡ Nos vamos a pasear! Mi madre me protege para que no pase nada malo. Tiene un ritual de protección y de esa manera podemos ir a territorios vecinos, siempre estando alerta. ¡Allá vamos!
Versión 3:
Raquel ya se ha despertado. ¡Buenos días! ¡Anda que te has movido esta noche! En fín, creo que va siendo hora de que me pongas el desayuno.
Raquel avanza torpemente hacia la cocina. Cuando noto que se agacha hacia un cajón ya me imagino lo que va a pasar ¡Otra vez ese maldito pienso industrial! ¡Anda que no te he visto a ti comer cosas variadas, mi hija! ¡Que cara! En fín, luego le lloraré un poco cuando desayune. A veces tengo suerte y me puedo llevar algo.
Bueno ¿y ahora qué? Será cuestión de buscar un entretenimiento para la mañana. Pero ¿Qué veo? ¡La ropa interior de Raquel, tirada encima de la cama! ¡Genial! Me encantan los olores fuertes: bragas, calcetines, pies... Las bragas de Raquel no es que tengan el olor más fuerte de todos, pero mejor eso que nada. Mi predilección son los calcetines, sobre todo cuando son muy gruesos. No obstante ¡Al ataque!
Je, je, je. Veo que Raquel ya se ha dado cuenta. ¿Intentas cogerme? ¡Vale, vamos allá! Una buena música de persecución vendría genial para este momento. Puedo oir como Raquel dice "Devuélveme eso, Linda". En el fondo a ella le gusta que le haga travesuras. Mientras me persigue, rie juguetonamente. Tenemos esa complicidad.
Llegó la hora del paseo. Raquel no tiene una hora fija, es un pelín despistada. No obstante, tiene un ritual propia: me pone el collar, me pone la correa y salimos de casa a la calle. Ella es muy cauta, y está muy pendiente de los coches y demás imprevistos. Está claro que lo de la correa es una manera de tenerme controlada en todo momento. ¡Mira que no confiar en mi capacidad de desenvolvimiento!¡Hay señor, señor! En fín, no vamos a quejarnos por todo. ¡A la calle se ha dicho!
4 chispas coloridas:
Muy buen texto, me has hecho recordar a un texto de juan rulfo. Macario" es un niño que siempre tiene hambre apesar de comer casi todo el dia.
me gusta como transformas lo cotidiano en una avnetura de la imaginacion, osea, para eso es la literatura, y tu lo sabes usar con mucha pulcritud.
ademas de saber usar la hilvanacion de todo el texto en tres personajes, lo complementas muy bien.
me gusta tu blog, y espare seguir contigo en contacto
un beso linda.
Gran texto, si señor :P
Me ha encantado!! La verdad es que cuando llegas al final no te lo esperas, me ha sorprendido agradablemente. Es genial como cuentas lo mismo desde perspectivas diferentes.
Un aplauso! ^^
-Diario de un Peatón: He encontrado el texto "Macario", de Juan Rulfo. Voy a leerlo. ^^
-Cañe: Gracias :)
-Rainman: Jejeje, se agradece. Deberías crearte un blog, tienes grandes ideas que compartir, te lo garantizo.
-A todos: muchos saludos. :D
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