El sábado pasado ocurrió algo digno de poner en el antiguo programa de televisión “videos, videos”: Iba con un buen tazón de cereales en la mano, cuando resbalé y calló todo el contenido...¡encima de mi portátil! Rápidamente lo sequé, mientras mi mirada angustiada analizaba cada parte del aparato, de manera exhaustiva. Lo reinicié, para comprobar que todo seguía en orden. Leyendas urbanas dicen que, aunque aparentemente puede que el ordenador marche bien después de este tipo de accidentes, al reiniciarlo puedes comprobar los estragos. Así pues, sin pararme a meditar sobre la densidad de veracidad de estas teorías, lo reinicié y pude comprobar con horror como el ordenador iba directamente a la bios. ¡Mierda! Ya me lo he cargado.
Como si de un capítulo de urgencias se tratara, corrí con mi herido amigo al lugar donde adquirí el ordenador, con garantía en mano, por supuesto.
Diagnóstico: tecla F2 estropeada. Al parecer, cuando presionas F2 al iniciar el ordenador, va directamente a esa pantalla configurativa. El portátil consideraba que la F2 estaba siendo presionada continuamente. Por supuesto esto era un problema, no solo por el inicio (podías darle a Esc y salir del paso sin problemas) sino porque muchos programas tienen asignada la tecla F2 para una funcionalidad. Por suerte, el líquido estuvo en contacto con la parte de abajo. Si hubiese sido así, se hubiese metido en la placa base y ¡ahí si podía despedirme de muchas de las funcionalidades ; dudo mucho que la garantía me hubiese cubierto eso. Así pues, se llevaron mi ordenador a reparar...¡tardarán un mes en devolvérmelo! Aquí empezó mi periodo de abstinencia.
Tengo otro ordenador (de sobremesa), pero es tan viejito...Se traba todo el rato, su velocidad va a mínimos y me molesta más la vista (soy de vista muy sensible, todo sea dicho). Además, estaba enganchada a dos juegos multijugador (la Tale y Runes of Magic) y, para cuando me lo devolvieran, todos mis compañeros del juego estarían a tropecientos niveles más que yo (friki a más no poder, lo sé XD).
Así pues, me puse muy nerviosa. No sabía que hacer. Jamás he sido consciente de la gran dependencia que tenía al portátil. Entonces, me puse a analizar la situación. ¿Es que no podía hacer otras cosas? Podía estudiar, tener un contacto más constante con mi casa. Una aspereza emocional se apoderó de mí. Y entonces lo entendí. De manera inconsciente me aburre mucho mi presente. Y digamos que mediante la red podía evadirme. No digamos buscar sentido a mi existencia. Pero al menos no pensar demasiado en una realidad de la que no me sentía del todo satisfecha. No es que esté enfada con mi realidad. Es solo que es poco emocionante últimamente. Quizá debe ser a que muchos de los objetivos que me propongo son a largo plazo. Este aburrimiento del presente ya me pasaba en mi niñez. Lo que pasa es que, por aquellos entonces, recurría a mi imaginación para viajar a mundos de princesas y dragones, héroes con capa y heroínas con cetros relampagueantes. ¿En todos estos años, la esencia de la motivación de estos pensamientos no ha cambiado?
Supongo que debo buscar algo que me haga sentir con ilusión presente. Tengo ganas de algún evento que te den ganas de saltar, brincar, llegar hasta el techo de un salto si es necesario, con chichón incluido al llegar a él.
Esta semana ha sido como una desintoxicación del vicio. Solo faltaba ir a una reunión de adictos al portátil anónimos (¿existirá eso?). Eso me ha ayudado a dedicar más tiempo a mis estudios y replantearme un poco que cosas debería cambiar de mi vida para que sea el mejor hogar. No hay mal que por bien no venga.
5 chispas coloridas:
Pobre :( Te compadezco :(
Pero míralo por el lado positivo: ahora tendrás tiempo para fabricar las orejas de Gato al estilo japo!! :P
¡Me encantaría! :D
Quizás no sea que tu presente sea aburrido, sino que se te dio el caso de que dependías mucho del portátil, porque recuerdo que antes hacías muchas más cosas, cuando tenías sólo el de mesa xD
te digo, algo, te has salvado...
Cañe: ppuede...
Diario de un Peatón: el que se ha salvado es mi portátil. Aunque sí, me he salvado de una sablada debido a una reparación fuera de la garantía por un daño mayor. jejeje
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