lunes, 15 de febrero de 2010

Un e-mail muy oportuno.

Hace un par de años, por época de exámenes, me mandaron un email muy simpático con imagenes de Tuzki, el carismático conejito que ya ha sido usado por muchos en el messenger. Su creadora fue Wang Momo, que hizo un total de 39 emoticonos. El uso inicial del conejito era crear un diario de forma gráfica. Así pues, si tenía un día alegre, Tuzki bailaba jovialmente. Este jueguecito inicial se convirtió en todo un fenómeno en China. Ahora hasta te puedes encontrar peluches de este simpático animalito.
Hoy, mirando mi correo, el cúal casi nunca borro nada y eso ha implicado que tenga ya 1000 y pico mensajes; me he encontrado con aquel envío que me hizo sonreir en su momento y he querido compartirlo con vosotros. También es aplicable a ciclos formativos, oposiciones y todo lo que tenga que ver con el estudio. Después de todo, todos estamos metidos en este berenjenal de adquisición de conocimientos, donde nos evalúan de una manera que inevitablemente nos causa bastante presión, a menos que domines mucho tu chi y el tercer ojo lo tengas suficientemente desarrollado como para trascender las exigencias del ambiente (o en su defecto que tengas una visión positiva de lo que implica el estudio, lo que desde mi punto de vista resulta más accesible, aunque no descarto adquirir algún día lo primero :P).

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  • Historia del cuatrimestre universitario

    - En la primer semana

    -En la segunda semana

    -Antes del examen parcial

    -Durante el examen parcial

    -Después del examen parcial

    -Antes del examen final

    -Una vez que sabes la hora del examen final

    -7 días antes del examen final

    -6 días antes del examen final

    -5 días antes del examen final

    -4 días antes del examen final

    -3 días antes del examen final

    -2 días antes del examen final

    -1 días antes del examen final

    -La noche anterior al examen final

    -1 hora antes del examen final

    -Durante el examen final

    -Una vez que saliste del examen final

    -Después del examen final

viernes, 12 de febrero de 2010

Si pudiera ser invisible...


¿Qué pasaría si yo pudiera ser invisible cuando quisiera y que todo lo que cayera en mis manos se hiciera invisble también, a mi elección? Pues que cogería una cámara e iría a los ayuntamientos, grabando las conversaciones que se traen los peces gordos. Cuando esa máscara de cortesía se quitara para dar a relucir una mirada desdeñosa a los votantes y un vitoreo a los billetes. ¡Plin! Mi cámara lo captaría y lo retrasmitiría por youtube.
Lo malo es tarde o temprano sabrían de la existencia de "la grabadora invisible". Entonces, bajo unas circustancias en las que de seguro nadie podría seguirles, figuras de autoridad idearían un lenguaje de difícil desincriptación para poder hablar de sus chanchullos con total comodidad.
Mientras tanto, los medios informarían "¡Hay una persona invisible que se pone a grabar cosas por ahí!"
Un pocentaje de la sociedad comenzaría a tener miedo "¡La grabadora invisible podría grabar nuestras vidas!"
Así pues ya ni se fíarían cuando están en el baño; una parte de la población comenzaría a sobreactuar las 24 horas, sintiéndose siempre como observada.
Un grupo de señoras adquirirían el hábito de leer libros. El planteamiento: "si la tele me descubre, que vean que soy una mujer culta".
Otro grupo de chicas se maquillarían las 24 horas, incluso para dormir.
A un grupo de hombres les daría miedo masturbarse, por miedo de que su madre o esposa les vea. Y otro grupo de hombres se masturbaría más de la cuenta, para demostrar que son "hombres con mucho que ofrecer".
Urgarse la nariz y rascarse el trasero se harían menos frecuentes, aunque los picores nasales y de culo tendrían la misma proporción de siempre.
No obtante, una gran parte de la población no le daría importancia al asunto porque se considerarían muy poco importantes como para ser grabados.
Los medios informarían de que eso va en contra de la Ley de Protección de Datos y buscarían una recompensa por aquel o aquella que pudiera dar una pista sobre el paradero de la persona invisible (un poco irónico ¿no creen?).
Y todo por grabar un par de reuniones del ayuntamiento. Nada más. El resto, bola de nieve por pendiente nevada. Curioso.
Y ahora, la gran pregunta ¿Tanto tenemos que ocultar?

domingo, 7 de febrero de 2010

A ras del suelo.

Versión 1:
-¿Esta tonta? ¡Esta tonta sería incapaz de decidirse por un menú ni aunque solo existiese una sola opción!
El resto de los agentes se rieron con ganas. El policía Francisco Mendoza no tenía reparo alguno de ridiculizar a su mujer, incluso teniéndola justo al lado.
-No es fácil elegir, con la cantidad de combinaciones disponibles. Además, tam... tam...tampoco llevo tanto tiempo pensá
ndolo- ella se defendía como una niña pequeña llena de rabia, enfurruñada por volver a pasar otra situación abochornante pero sabiendo que, aunque lo intentara, saldría perdiendo.
-Lo mismo me dices cuando estás en el baño. ¡Y no precisamente maquillándote! Te ayudaré ¡Pide algo laxante para ese estreñimiento en potencia que padeces!
Los compañeros estallaron en risas, salvando uno o dos, que rieron de manera disimulada, quizá dándose un poco cuenta de que la broma estaba empezando a ser demasiado bruta.
Dolores pudo notar como una parejita joven, que estaba en la cola un poco más atrás, recriminaba por lo bajo la actitud de su marido. Se limitó a suspirar y a pedir lo primero que se le ocurrió. Recogió su menú y se sentó con los demás en la mesa dónde ellos ya habían cogido sitio, pues se habían hartado de esperarla.
Bromas, temas superficiales y la risa ruidosa de su marido, que ni se molestaba en tragar lo que comía antes de reir. Miró por la ventana, con las pupilas vacías de encanto y los párpados pesados de tedio existen
cial.
Los reyes de la noche se llamaban a sí mismos. Una placa, una porra y ya eran los mandamás de las calles.
-Voy al baño: tengo que cambiar el agua al canario.-dijo entre risas por un comentario que había dicho el agente Suárez.
Tras levantarse Mendoza, Dolores informó que ella también iba al baño. Mientras que Mendoza fue respondido con asentimiento, Dolores fue ignorada totalmente.
Una hora más tarde, una ambulancia y varios coches patrulla se aglutinaban a las puertas de la hamburguesería. Todo eran murmullos de expectación. Detuvieron a todos los clientes y personal que se encontraban en aquel momento en el local. A todos salvo a una persona.

-¿Dolores? No vale la pena. No tiene materia gris ni fuerza suficiente para hacer frente al bueno de Fran.-informó uno de los agentes a otro. La mujer se había ganado una "reputación" en la comisaría, gracias a las habladurías de su cónyuge.
Dolores observo la escena. Fran era trasladado a una camilla. Diagnóstico: Ocho puñaladas bien dadas. Estaba muerto y todos lo sabían. La cara de Dolores permaneció inmutable, demasiado impactada como para reaccionar. Su tez cetrina presentaba un aspecto más verdoso del habitual.
Apagaron las luces. Cerraron las puertas. La mujer se quedó en la puerta de entrada cuando todos se marcharon, como una estatua: mirada baja, labios sellados pero, eso sí, postura recta y firme. El jaleo fue cesando has
ta que pudo escuchar a los grillos. Miró su reloj. Las 12 de la noche. Solo algún transeúnte pasaba, posiblemente con intención de volver a su casa, nada mejor que hacer en un pueblo como aquel entre semana.
"¿Qué será ahora de mí, si ni siquiera tengo trabajo?" se preguntó para sus adentros. Sacudió la cabeza con fuerza " Encontraré la manera, claro que sí". Observó su bolso y lo apretó con fuerza. Comenzó a caminar con prisas. Con un poco de suerte podría coger el autobús que salía dentro de diez minutos de la parada de la Plaza Central. Sabía que le esperaba una noche larga de transbordo de transportes públicos. Por la noche habían pocos y los existentes daban tal cantidad de rodeos que podría desesperar al más paciente. Pero era necesario. Recordaba un pequeño solar en el que jugaba cuando era niña. Le parecía el lugar indicado para enterrar el cuchillo con el que había dado fin a años de cadenas de discordia.

Versión 2 (mejorada):

11:10pm
-¿Esta tonta? ¡Esta tonta sería incapaz de decidirse por un menú ni aunque solo existiese una sola opción!
El resto de los agentes se rieron con ganas. El policía Francisco Mendoza no tenía reparo alguno de ridiculizar a su mujer, incluso teniéndola justo al lado.
-No es fácil elegir, con la cantidad de combinaciones disponibles. Además, tam... tam...tampoco llevo tanto tiempo pensándolo- ella se defendía como una niña pequeña llena de rabia, enfurruñada por v
olver a pasar otra situación abochornante pero sabiendo que, aunque lo intentara, saldría perdiendo.
-Lo mismo me dices cuando estás en el baño. ¡Y no precisamente maquillándote! Te ayudaré ¡Pide algo laxante para ese estreñimiento en potencia que padeces!
Los compañeros estallaron en risas, salvando uno o dos, que rieron de manera disimulada, quizá dándose un poco cuenta de que la broma estaba empezando a ser demasiado bruta.
Dolores pudo notar como una parejita joven, que estaba en la cola un poco más atrás, recriminaba por lo bajo la actitud de su marido. Se limitó a suspirar y a pedir lo primero que se le ocurrió. Recogió su menú y se sentó con los demás en la mesa dónde ellos ya habían cogido sitio, pues se habían hartado de esperarla.
Bromas, temas superficiales y la risa ruidosa de su marido, que ni se molestab
a en tragar lo que comía antes de reír. Miró por la ventana, con las pupilas vacías de encanto y los párpados pesados de tedio existencial.
Los reyes de la noche se llamaban a sí mismos. Una placa, una porra y ya eran los mandamás de las calles.
-Voy al baño: tengo que cambiar el agua al canario.-dijo entre risas por un comentario que había dicho el agente Suárez.
Tras levantarse Mendoza, Dolores informó que ella también iba al baño. Mientras que Mendoza fue respondido con asentimiento, Dolores fue ignorada totalmente.

12:22 am
Una ambulancia y varios coches patrulla se aglutinaban a las puertas de la hamburguesería. Todo eran murmullos de expectación. Uno a uno, todos los clientes iban saliendo en compañía de diferentes trabajadores de las fuerzas del orden, en camino de un interrogatorio. Detuvieron a todos los clientes y personal que se
encontraban en aquel momento en el local. Dolores podía hacer un plano mental de cada uno: sus vidas, sus gustos alimentarios, incluso sus pequeños gestos y manías personales: La obsesión por la limpieza del agente Roberto Villa, el toqueteo nervioso a la oreja izquierda que caracterizaba al agente Luis Campos...una sutil sátira que aumentaba en grado de manera proporcional al rango perteneciente. Esperó paciente su detención. Pero nunca se efectuó. Una parte de ella misma se lo esperaba, esa parte que predecía también las respuestas y acciones de su marido.
-¿Dolores? No vale la pena. No tiene materia gris ni fuerza suficiente para hacer frente al bueno de Fran.-informó uno de los agentes a otro. La mujer se había ganado una "reputación" en la comisaría, gracias a las habladurías de su cónyuge.
Dolores observó detenidamente el foco de atención global. Fran era trasladado a una camilla. Diagnóstico: Ocho puñaladas bien dadas. Estaba muerto y todos lo sabían, incluso los que ni siquiera se habían acercado a más de un metro. La cara de Dolores permaneció inmutable, demasiado impactada como para reaccionar. Su tez cetrina presentaba un aspecto más verdoso del habitual.
Apagaron las luces. Cerraron las puertas. La mujer se quedó en la puerta de entrada cuando todos se marcharon, como una estatua: mirada baja, labios sellados pero, eso sí, postura recta y firme. El jaleo fue cesando hasta que pudo escuchar a los grillos. Miró su reloj. La una menos diez de la madrugada. Solo algún transeúnte pasaba, posiblemente con intención de volver a su casa, nada mejor que hacer en un pueblo como aquel entre semana.
"¿Qué será ahora de mí, si ni siquiera tengo trabajo?" se preguntó para sus adentros. Sacudió la cabeza " Siempre podré cobrar la pensión de viudedad por la muerte de Fran". No obstante, le resultaba difícil aceptar más dinero de ese hombre, aún estando muerto. Observó su bolso y lo apretó con fuerza. Comenzó a caminar con prisas. Con un poco de suerte podría coger el autobús que salía dentro de diez minutos de la parada de la Plaza Central. Sabía que le esperaba una noche larga de transbordo de transportes públicos. Por la noche habían pocos y los existentes daban tal cantidad de rodeos que podría desesperar al más paciente. Pero era necesario. Recordaba un pequeño solar en el que jugaba cuando era niña. Le parecía el lugar indicado para enterrar el cuchillo con el que había dado fin a años de cadenas de discordia.

2:03 am
-¿Qué está ocurriendo aquí?
Fran permanecía en el suelo con un hematoma en la cabeza. ¡La pareja! La pareja que había hablado por lo bajo de la conducta de su marido ¿verdaderamente estaban criticando dicha conducta? Ahora ya no lo veía tan claro.
El chico sostenía un tubo de hierro y la chica un cuchillo, posiblemente por si la primera opción no salía como se esperaba. La novata pareja de delincuentes de poca monta ni se había acordado de cerrar la puerta del baño de caballeros . Robar a un policía sonaba tan excitante, tan
arriesgado...que habían olvidado lo más obvio. ¿Cuál era el paso a seguir en estas circunstancias? ¿Matarla? ¿Darle un empujón y salir corriendo? Ella estaba tan cerca de la puerta, obstaculizándola...
-Quiero matarle. -a la chica- dame el cuchillo.
-No se lo des- le dijo en seguida el hombre.
Ella la miró a los ojos y sonrió. Hizo caso omiso a su novio. Se agachó y deslizó el cuchillo por el suelo hacia ella.
-¿Pero que coño haces?- el chaval estaba enfadadísimo pero procuraba no levantar la voz en ningún momento. Un sonido demasiado fuerte y la gente entraría sin pensarlo.
-Y ahora escuchad: marchaos y yo me encargo.- Sin esperar respuesta se acercó a su marido y sin mediar una palabra más clavó la primera puñalada. El joven se disponía a aprovechar la ocasión para golpear a la mujer, pero la chica lo paró con un gesto, susurrando.
-Huyamos.
Dolores no podía permitirse el lujo de clavar el cuchillo de golpe: podría salpicar de tal manera que su única ropa limpia se viera manchada. Aunque no sabía para qué tantas molestias. Si hurgaban su bolso verían la prueba del delito. No obstante siguió con su labor. Al principio, meter el cuchillo costaba un poco, pero luego se hundía con una profundidad pasmosa. Sus ganas de vomitar iban en aumento. Pero seguía en su labor. Tantas lágrimas reprimidas, tanto menosprecio, tanta falta de afecto...todo se consumía, como una vela.
Dolores se sobresaltó. Se encontraba en el autobús. Su respiración estaba acelerada. Miro por la ventana para que el mar de luces de farolas la tranquilizara. Vivir una vez esa escena fue mucho. Revivirla era demasiado. Aunque sabía que probablemente estaría reviviéndola mucho tiempo.
Nunca planeó matar a su marido. Pero una vez se le presentó la oportunidad...una bestia afloró en ella. Impasible. Calculadora. Mortal.

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¿Qué versión os gusta más? :)

miércoles, 3 de febrero de 2010

Esas situaciones en las series...que a veces desesperan-

Atención: pequeños Spoilers sobre las no ocurrencias de acontecimientos o desgracias de determinadas series. De todas maneras, no especifico demasiado, así que no sé hasta que punto se consideran Spoilers.
NOTA: Qué conste que muchas de estas series me gustan, aún con las contrariedades que me suponen a nivel personal. :P
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Las series tienen unos guionistas y un determinado personal de por medio. Son los "dioses" del argumento: Ellos deciden cuando, cómo y por qué. Pero hay determinadas cosas de las series de televisión que hacen que me den ganas de comerme las uñas (y eso que yo no tengo esa costumbre). Son en casos como estos en los que me planteo si ellos practicaban el abuso a sus compañeros cuando eran jóvenes, porque no veas como colman la paciencia. :P

Los personajes que nunca aparecen o no aparecen del todo.
Se sabe de su existencia. Incluso de algunos se sabe parte de su persona. Pero no su totalidad. El más vivo ejemplo es la serie "
Cómo conocí a vuestra madre": ya van por la 5ª temporada y aún no hay ni rastro de la madre. Cuando parece que va a ser ella "¡uy, casi!"
Después están los personajes que sí, que aparecen, pero su rostro es un enigma. Y siempre (ilusos de nosotros) tenemos la esperanza de que en el capítulo X desvelen la cara del personaje. Véase por ejemplo las series de animación del malo maloso de la cara desconocida (
Inspector Gadget), o personajes carismáticos con cara tapada (Kakashi, de Naruto, por ejemplo).

¡Que el amor se manifieste ya!
Aquí hay dos subcategorías:

Los que nunca se llegan a nada, aunque todo el mundo lo espera.
Esto es putear por putear. Suelen aparecer mucho en las típicas series de magia y/o lucha, dónde el amor es algo totalmente secundario. Normalmente personaje protagonista y chica protagonista. Esa relación de amistad con alguna situación suelta con cierto grado ruborizante. Acaba la serie ¡y nunca se lían! Te lo hacen para que sufras, para luego decirte ¡Zas, en toda la boca! En el terreno anime hay millones de casos: Soul y Maka de Soul
Eater, Misty y Ash de Pokémon (sip, sip, hasta Pokémon XD), Inuyasha y Kagome de Inuyasha (en la segunda película si lo hacen, para alegría de muchos. Pero en manga y anime, nanai), Ichigo y Rukia de Bleach, etc. Otros casos podrían ser Fry y Leela de Futurama (hay indicios, pero todo queda al final en agua de borraja), House y Cuddy de House (lo mismo que lo anterior, hasta donde yo sé).

Los que llegan a manifestar su amor ¡Pero hay que ver lo que tardan!
Normalmente aquí destacan las series de adolescentes, las series shojo (sobre todo de estudiantes de instituto que, con el simple roce de una mano con otra ya se sonrojan, lo que da a entrever que para una declaración de amor, lo suyo se va a tardar), numerosas series de varias temporadas donde el romance se presenta como un punto a favor de nuevos matices (Bones,
Expediente X), comedias con tintes de ligoteo (Friends), etc.

Personajes carismáticos...que apenas aparecen o que les pasa algo terrible.
Esto ya es algo más personal. ¿Cuantas veces no te ha simpatizado un personaje de una serie de televisión y, basta que te guste, y apenas sale o lo empiezan a martirizar? A mí me ha pasado muchísimas veces:

Personajes que apenas aparecen: En el anime, muchos son personajes tímidos o muy adorables: Hinata (Naruto), Eimy (Sailor Moon), Fuuko (Clannad after story). En otras series aparecen muchos personajes muy buenos pero con el estigma de humorístico. Normalmente son personajes muy cómicos, que simplemente lidian un papel de payasete, sin adentrarse en si tienen algún tipo de emoción detrás.

Personajes que sufren mucho o tienen un final fatal: L ( Death Note), Hinata (aparece en ambas subcategorías, pobre chica XD), Amar en tiempos revueltos (apenas he visto esta serie, pero sé que sé que siempre se está muriendo muchísima gente -esto ni lo pongo como spoiler, es más que evidente-), Kal Penn de House (esto ni se lo esperaban los guoinistas, se les perdona), etc. Cuando hablo de sufrir mucho, suelen ser situaciones como amores inadecuados, problemas emocionales graves, palizas constantes...y los "dioses" de la serie en cuestión dejan de lado al personaje, solo en su amargura, para centrarse en otros, desvalorando la situación ("aquí no ha pasado nada")
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Se me quedan muchos ejemplos en el tintero, ya que los expuestos han sido los que primero se me han pasado por la cabeza. Lo que está claro es que a veces, que determinadas personas lleven la voz cantante de las desgracias y alegrías de los personajes, resulta frustrante. Pero es inevitable. También, al fín y al cabo, son los responsables de su existencia. :)