viernes, 12 de febrero de 2010

Si pudiera ser invisible...


¿Qué pasaría si yo pudiera ser invisible cuando quisiera y que todo lo que cayera en mis manos se hiciera invisble también, a mi elección? Pues que cogería una cámara e iría a los ayuntamientos, grabando las conversaciones que se traen los peces gordos. Cuando esa máscara de cortesía se quitara para dar a relucir una mirada desdeñosa a los votantes y un vitoreo a los billetes. ¡Plin! Mi cámara lo captaría y lo retrasmitiría por youtube.
Lo malo es tarde o temprano sabrían de la existencia de "la grabadora invisible". Entonces, bajo unas circustancias en las que de seguro nadie podría seguirles, figuras de autoridad idearían un lenguaje de difícil desincriptación para poder hablar de sus chanchullos con total comodidad.
Mientras tanto, los medios informarían "¡Hay una persona invisible que se pone a grabar cosas por ahí!"
Un pocentaje de la sociedad comenzaría a tener miedo "¡La grabadora invisible podría grabar nuestras vidas!"
Así pues ya ni se fíarían cuando están en el baño; una parte de la población comenzaría a sobreactuar las 24 horas, sintiéndose siempre como observada.
Un grupo de señoras adquirirían el hábito de leer libros. El planteamiento: "si la tele me descubre, que vean que soy una mujer culta".
Otro grupo de chicas se maquillarían las 24 horas, incluso para dormir.
A un grupo de hombres les daría miedo masturbarse, por miedo de que su madre o esposa les vea. Y otro grupo de hombres se masturbaría más de la cuenta, para demostrar que son "hombres con mucho que ofrecer".
Urgarse la nariz y rascarse el trasero se harían menos frecuentes, aunque los picores nasales y de culo tendrían la misma proporción de siempre.
No obtante, una gran parte de la población no le daría importancia al asunto porque se considerarían muy poco importantes como para ser grabados.
Los medios informarían de que eso va en contra de la Ley de Protección de Datos y buscarían una recompensa por aquel o aquella que pudiera dar una pista sobre el paradero de la persona invisible (un poco irónico ¿no creen?).
Y todo por grabar un par de reuniones del ayuntamiento. Nada más. El resto, bola de nieve por pendiente nevada. Curioso.
Y ahora, la gran pregunta ¿Tanto tenemos que ocultar?