jueves, 23 de junio de 2011

Base color carne.

Rizos dorados, piel cómo la seda, ojos azul aguamarina y labios color cereza. Una belleza idealizada, múltitudinariamente teorizada, cómo salida de un ingenuo cuento.  Hay que tener mucha destreza para que un aspecto tan forzado resulte a primera vista tan aparentemente natural. Y es que la ley de la impresión está tallada en piedra en las normas de vida de Juliette.

"Una mala primera impresión implicará que los demás ni siquiera se esfuercen en querer conocerte".

Así pues, Juliette dedica cuerpo y alma en sacar brillo a sus atributos y generar nuevos. Pues, por muy preciado que pueda ser su temperamento, los demás ni se molestarán en indagar, si no les llama la atención la persona a primeras.

Juliette no se cansa de repetir "hay millones y millones de personas en el mundo. Vivimos en un mundo consumista y competitivo. ¿Qué tienes tú que ofrecer que no ofrezcan muchos otros?"

Aparte de su imagen,bien conservada y simétrica hasta el más mínimo detalle, Juliette modifica su personalidad en función de los gustos de la persona.

"Una vez la has conquistado con la vista, conquístala con su ego".

Así pues, a ella no le importa hacer pensar que la otra persona es la más especial del mundo. Todos caen. Pues en un mundo tan consumista y competitivo, no hay nada más preciado que que te descubran ¿Verdad Juliette?

Una vez pasada la primera y la segunda fase, poco a poco Juliette va dando a conocer sus gustos. A llamado la atención su imagen. El otro ha quedado enorgullecido egocéntricamente. Ahora, ya hay luz verde. Pero poco a poco ¿eh? La honestidad en pequeñas dosis, pues puede ser peligrosa. Sobre todo para la garganta que emite el sonido de la confesión.

Pero hay un arma más fuerte que todo esto. Un rumor. ¿Qué te voy a contar, eh, Juliette? Pues aquella triste noche alguien ha ido contando cosas sobre ti. Quién sabe que cosas. No es fácil que de repente, de quedar embriagados por tu belleza te miren con desdén, sin conocerte siquiera. ¿Dónde han quedado ahora tus eclécticas margaritas?

Intentas abrir la boca para defender tu posición en el mundo. Pero nadie quiere escucharte. Nadie. Porque no hay nada que se pueda hacer contra una mala impresión.

¡Tantos años construyendo ese bonito castillo para evitar una fatalidad ahora presente! ¡Tanto tiempo y sufrimiento en construir el maniquí hueco en el que te has convertido, triste bailarina sin público!

Corazón gélido cómo el tuyo hay pocos, por ahí dicen. Sobre todo cuando te encontraron con la cara arañada por tus uñas y un bote de píldoras vacío en tu mano. Por tu boquita corría un hilo de vómito. Por esa boquita de color cereza.
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Gente, recordad que la invitación para series.ly sigue en pie: Si queréis una, tenéis que contestar a la pregunta que os planteo en este post.
Saludos desde el más acá.

martes, 21 de junio de 2011

Publicidad comparativa

Aparco un momento los estudios para comentar una cosa que me llamó en suma la atención: la publicidad comparativa.

La publicidad comparativa consiste en, cómo dice la palabra, comparar un producto con otro, de tal manera que uno de ellos salga beneficiado. 

La primera vez que vi esto fue hace unos años en televisión, cuando comparaban el sumo Minute Maid con el Don Simón. El comentario en off era claro:
“En nuestra nevera podemos ver zumos cómo Minute Maid, obtenidos a partir de zumo de naranja concentrado o zumos con Don Simón, exprimidos directamente de las naranjas. Zumos Don Simón: Directamente de las naranjas”.

Quedé impactada porque me dije: “acaba un anuncio de criticar indirectamente a otra compañía ¿Es eso legal?”

Busqué información por diversas fuentes. Dependiendo el país, tiene un rango de más o menos legalidad. En España en concreto sí lo es, hasta cierto punto: “La publicidad que establezca comparación entre la actividad, las prestaciones o el establecimiento propios con los de un tercero deberá apoyarse en características esenciales, afines, análogas y objetivamente demostrables. En todo caso, esta publicidad responderá a la verdad y no se expresará en términos desdeñosos o denigrantes. Si se trata de comparaciones entre productos o servicios no se admitirá en ningún caso la comparación con otros no similares o desconocidos o de limitada participación en el mercado.”

Durante un par de años, Don Simón sigue con su tónica, con la misma técnica: comparando su producto con otros productos, tales cómo Sunny, Granini... No critica: simplemente dice la verdad: unos son concentrados y su producto no lo es.
Y al igual que Don Simón, han aparecido otros anuncios. Hace poco salió por la red una nueva campaña comparativa, esta vez entre las dos compañías que predeciblemente se llevan a matar: Windows y Mac. Windows compara el precio de sus portátiles con el precio de los de Mac, en el que predeciblemente, sale la primera compañía aventajada.

Eso me hizo pensar más profundamente en el asunto: si este tipo de publicidad es legal, cualquier producto podría compararse con otro. Por ejemplo, los yogures de una marca podrían competir con las de otra, a ver cual tiene más calcio, menos calorías o más vitaminas. ¿Por qué este tipo de publicidad no se ve tan a menudo? No estarían poniendo adjetivos de ninguna clase, sino comparando objetivamente ¿no?
 Me imaginé un montón de anuncios tirándose comparaciones los unos a los otros, provocando una guerra fría que, con el calor nunca viene mal, pero a la larga puede llegar a incomodar.

Al parecer, muchas compañías consideran que defender un producto a base de compararlo con otro, resulta denigrante para su producto y una muestra de falta de seguridad que puede verse reflejado. Pues vaya...deberían algunos políticos españoles aprender de la filosofía de las estas compañías de marketing. ¡Ah no, perdón! Habíamos dicho objetividad y sin términos denigrantes.

No obstante, en EEUU son incluso más liberales con este asunto. Hay anuncios comparativos dónde se expresa una clara crítica negativa subjetiva. Por ejemplo, este anuncio de Pepsi.
Hágase notar que cuando este anuncio llegó a España, la parte en la que salía la marca “coca-cola” fue omitida.

Bueno, para terminar, haré una pequeña pregunta. El que primero responda ganará una invitación para entrar en series.ly (vale, no es mucho, pero mas vale algo que nada :P). Y la pregunta es la siguiente ¿Conoces algún spot publicitario anunciado en España en el que se hace publicidad comparativa? No olvides poner el enlace en el comentario, para que todos podamos verla.
¡Besos!

miércoles, 8 de junio de 2011

Toc, toc

Cómo cada periodo de exámenes, esto se queda un poco muerto durante algunas semanas. Mil disculpas.
Sólo decir que dentro de muy poquito pasarán cosas nuevas por aquí:
1.) Pondré alguna tira comic de los personajes de plastilina que estoy perfilando, familiarizándome con sus particulares formas de pensar. Necesito vuestra opinión, para mejorar.
2.) Voy a crear pequeños concursos en dónde a los ganadores les daré invitaciones para la página web Series.ly, que tiene previsto ser muy pronto una red social de visualización de series.
3.) Pondré mis opiniones, experiencias y puntos de vista sobre el tema de las acampadas del 15M, que en algunos casos, he vivido muy de cerca (aunque no tanto cómo me hubiese gustado). 
4.) Contestaré a todos los comentarios que me ha ido dejando la gente en diversas entradas de blog, pues me gusta contestar a cada una de las personas que se pasan. Cada comentario es un maravilloso regalo.
Estoy deseando escribir y deleitarme con nuevas entradas de blog. Más que nada porque este sitio significa mucho para mí: me da vida. Me ilumina poder expresarme, ya sea por escrito, imágenes, música, tacto...cualquier modo de expresión, de creación, es suficiente para ser feliz. No me importa si no es perfecta. No me importa si no está a la altura (¿a la altura de qué?). Si nace de mi sentir, si aprendo con ello, si soy capaz de emocionarme con el toque de mis dedos en el teclado...si simplemente existe...ya estoy en plenitud.