domingo, 17 de abril de 2011

De porcelana

De niña, las muñecas de porcelana me daban escalofríos.
Creo recordar una escena en la que entraba en una habitación antigua. Una habitación con una enorme cama de madera maciza, de color oscuro, con una colcha de calado blanco polvoriento. Un armario recio de la misma tonalidad que la cabecera de la cama, con un espejo. Unas cortinas de la misma antigüedad que la colcha, mismo color. Y, encima de la cama, allí estaba: una muñeca de porcelana, de rizos rubios y ojos azules; mirándome inquisitivamente, esperando a que hiciera algún movimiento en falso para saltarme a la chepa.
Tiempo después ese temor fue disipándose, dando paso a una curiosidad desmesurada.
Cuando cumplí los 16 años, vi por catálogo 2 colecciones de pequeñas muñecas de porcelana: unas muñecas con trajes típicos de diferentes partes del mundo y otras con trajes de la época victoriana. Al estar a un precio muy económico, me hice con las dos.
Actualmente, las de trajes típicos del mundo están en mi habitación, sentadas todas en el mueble del televisor, justo en la vitrina de abajo. Pero no había sitio para las muñequitas victorianas. Así que fueron a parar a una triste caja.
Últimamente mi repertorio de animes que estoy viendo es variado: Lovely Complex, Kimi ni Todoke, Code Geass, Rozen Maiden...Y ahí me paro: Rozen Maiden.
La historia trata de unas muñequitas de porcelana que cobran vida. No nos vamos a centrar ahora en el argumento (si quieres saber más, sólo debes pinchar el enlace correspondiente). La cuestión es que esta serie me hizo recordar la existencia de las muñequitas olvidadas en la caja durante tantos años. Sus vestimentas no son tan rimbombantes cómo las de la serie, pero no obstante también son entrañables.
Son un total de 20 muñequitas, algunas con traje burgués, otras con un traje más modesto, propio de una clase menos adinerada. Bueno, he dicho“muñequitas” hasta ahora, pero acabo de recordar que uno es un niño ( un niño rodeado de tanta hembra, pedazo de harem que se tiene montado XD).
Les debía una. Así que esta publicación va dedicada a ellos.
Aquí una pequeña galería, con mi impresión particular de cada un@ a grandes rasgos:



La primera muñeca que me encontré cuando abrí la caja. Quizás sea porque va vestida de negro o  por ese rostro triste, pero el caso es que parece que acabase de perder a un ser querido y está de luto.

Esta me recordó mucho a Mary Poppins. Ahora no puedo verla de otra manera que cómo institutriz o niñera.

La clásica sirvienta obediente por fuera (pero vete a saber lo que piensa por dentro).

Una cocinera, con más de 10 años de experiencia. ¿Te interesa contratarla?

Dios, esta muñeca me recuerda a la segunda esposa de la serie Big Love. Clavadita.

Esta me recuerda a una protagonista de novela romántica, muy apasionada.

Intenté achatar el gorrito pero no hubo forma. Bueno, le da un aspecto...diferente. Un tanto cómico. :)

No sé por qué, pero esta muñeca me recordó a un cuento llamado "La vendedora de cerillas". Sí, era un cuento triste, pero la protagonista tenía una personalidad muy noble.

Ana de las tejas verdes. No digo más.

Típica persona de la realeza muy pomposa.

Posiblemente una de las más bonitas, desde mi punto de vista.

Parece la típica señora un poco bruta de modales pero un encanto de corazón que vale por mil. :)

Esta tiene la impresión de ser una persona aparentemente con poco carácter pero muy dulce en realidad.

Esta sirvienta planchadora realmente tiene una mirada muy seductora. Seguro que podría zumbarse a un conde si se lo propusiera.

Me recuerda a una señora cotilla, de esas que van casa por casa buscando chismes. Pero no con malicia, ya que en el fondo tiene cierto infantilismo no malcioso.

Tiene un aire que me recuerda a una persona presumida y caprichosa, quizás porque el fondo tiene algún trauma.

Esta señora da la impresión de que ha sufrido mucho por alguna causa y se mantiene al margen de la sociedad, aunque en el fondo parece que grita silenciosamente ayuda.

Esta muñeca me transmite cierta autoridad y comportamiento estirado, de actidud algo conservadora.

Esta muñequita podría ser una soñadora empedernida, deseando que llegue su gran amor pero con una inexperiencia desmesurada, demasiado apegada a su mansión y las comodidades de su entorno conocido.


Este benjamín de la colección, parece casi cómo si fuera adoptado, de padres humildes pero acogido en una casa con grandes privilegios. No obstante, siente que no es su sitio, que ese mundo de lujos lo enclaustra.

2 chispas coloridas:

Summie dijo...

Oh, son una cucada las muñecas. A mi también me daban escalofríos las de mi pueblo y alguna aún me sigue pareciendo un poco satánica. Me seguiré pasando por aquí! Muuua :)

Anónimo dijo...

Me encanta la condesa, coincido contigo en que es de las más bonitas que existen. Desde que la compré no tengo valor de colocarla en ningún sitio por miedo a que se rompa

Publicar un comentario